La fenomenología como fuente de conocimiento
Universidad de La Sabana
Investigación Social
Gabriela Rincón
La fenomenología como fuente de conocimiento
Un nuevo jueves a la espera, y con este una clase más de
Investigación Social. Ya se me convirtió una costumbre estar despierta una hora
antes para recibir la clase bañada y con los ojos bien abiertos. Les debo
confesar que me siento un poco cansada, realmente no me siento a gusto estando
todos los días sentada frente al computador, siento que mis horas, mis días se
pasan frente a un computador y mi vida junto a ella. Es una sensación
inexplicable, pues está emergencia mundial me ha hecho reflexionar bastante, el
deber valorar más cada uno de los momentos y dejar de amargarme la vida por
cosas insignificantes. Hoy estamos aquí, mañana no sabemos dónde. He entendido
que valorar la vida no es huir de la rutina, significa abrir los ojos, atender
a los detalles y aprovechar el tiempo.
Aunque no lo crean, esta
enseñanza la he aprendido y la he reforzado más con Investigación Social, pues
con cada uno de sus métodos he sido consciente de prestar atención a los
pequeños detalles y las cosas importantes en mi vida.
Hoy también es un nuevo día
para escuchar a nuestros compañeros desde sus bitácoras, en esta oportunidad
pudimos leer a Sofia Reyes y lo más interesante fue poder escuchar su
experiencia en el Amazonas, haciendo una analogía a la película Avatar y la
observación participante. En ese momento el profesor Cobos intervino, para
recordarnos la importancia de buscar un lugar o un tema especial para hacer
nuestra salida de campo. Admito que es una actividad que me emociona bastante,
porque se y estoy segura de que será una experiencia llena de aprendizajes
significantes comprendiendo de cerca diferentes fenómenos.
Durante mis cuatro semestres de
carrera, en comunicación social y periodismo he aprendido de la importancia del
análisis, no solo para verificar la veracidad de la información, sino porque en
todo momento de nuestras vidas estamos haciendo uso del análisis como
herramienta para poder entender el entorno que nos rodea, lo que nos permite
abstraernos del medio para realizar una reflexión o introspección, haciendo uso
de la razón y el entendimiento. Seamos honestos, actualmente estamos viviendo nuestro
mayor caso de investigación en todos los ámbitos sociales durante la pandemia y
estas bitácoras son la fiel evidencia de que somos el objeto de estudio.
Para acercarnos más a los
métodos cualitativos, dos de nuestros compañeros expusieron sobre la
fenomenología, un tema que me gustó bastante y a aunque sé que existen más
métodos de estudio cualitativo, este, por ahora, ha sido el que más me ha
gustado, debido a su corriente filosófica en la que se asume la tarea de
describir el sentido que el mundo tiene para las personas. Cobos nos lo
ejemplificó, es como cuando uno va a una fiesta, yo pude haberla pasado muy
bien como cualquier otra persona pudo haberla pasado mal, o al revés. La
perspectiva de los demás no será igual a la mía. “Cada quien habla de la fiesta según
le fue”, así lo planteó Cobos.
La fenomenología, en todo sentido es la expresión de lo que hemos
venido hablando con el profesor en clase, “no vemos el mundo como es, vemos el
mundo como somos”, y esto lo verificamos cada jueves leyendo las bitácoras,
todos tenemos una interpretación bastante diferente a los demás. En la
investigación cualitativa, el fenómeno a estudiar es uno solo, pero visto desde
diferentes puntos de vista, con el propósito de entender y comprender a
profundidad de los contextos, creando una idea general.
En ese momento, Cobos nos mostro una salida de campo de alguno de
sus estudiantes, un tema que a mi parecer sigue considerándose tabú, por el
hecho de que muchas personas se creen con la potestad de calificarlo como inmoral
e indecente. Se trata de la prostitución, un tema que es bastante criticado,
pero poco comprendido. Sin embargo, recordemos que esto es un grave error, no
podemos caer en etnocentrismos y sentirnos superiores por no hacer ciertas
actividades que otras personas hacen, ante todo somos seres humanos y el
respeto siempre va por delante. Este trabajo de campo me abrió las puertas a la
comprensión y la empatía, me hizo reflexionar sobre los constantes prejuicios
que realizamos a las personas sin antes tener un contacto cercano con ellas. Es
por esto, que es importante tener una visión holística del fenómeno.
Es vital reconocer que, para hacer un buen estudio de un fenómeno,
se deben tener los sentidos abiertos y estar atentos a cada uno de los
pormenores, esto es lo que forma también a un buen periodista y lo convierte en
un experto en el uso de su intuición. La subjetividad es la fuente de conocimiento,
y como dijo Aristóteles, no hay algo que conozcamos que no provenga de la
percepción de los sentidos, de la comprensión del alma y del entendimiento de
la mente.
La fenomenología pues, se convierte en nuestra mejor aliada en
nuestra carrera y en nuestra cotidianidad, nos convierte en personas abiertas
que escuchan las distintas versiones de los demás sobre las cosas y nos ofrece
un panorama mucho más claro. Nos hace conscientes de que el pensar diferente no
nos hace enemigos sino empáticos.
Como la escritura nos hace completos, la descripción de estos fenómenos deben ser el fiel reflejo del arte de dibujar con palabras lo que observamos. Pues nosotros como investigadores debemos esbozar a través de reconstrucciones las escenas vividas, para facilitar la imaginación de los lectores. Reitero que mantener los ojos y los oídos abiertos es el mejor regalo que le podemos dar a un estudio, pues hasta la nada se puede convertir en algo.
Para finalizar, el profesor Cobos nos habla de la importancia de
ir buscando un tema para realizar la salida de campo. Admito que es una
actividad que me intriga demasiado, pues además del conocimiento, son
experiencias que serán compartidas con todos nuestros compañeros y quedarán
marcadas como algo demasiado gratificante en nuestra carreras.
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